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Año 1967

El mundo mágico está devastado. En menos de tres años han habido más de 10,000 asesinatos, la mayoría de éstos en el último año. Lord Voldemort está ganando fuerza y seguidores de una manera asombrosa y espeluznante, invade sus calles desatando el caos y causando muerte y destruccion a todo aquel que no se una en sus filas de Mortifagos cuyo fin sera arrasar acabar de una sola con el mundo muggle y los sangre sucia.
Por otra parte Albus Dumbledore sabe quien esta detrás de todas las desapariciones y asesinatos, así que ha creado la Orden del fenix que se encarga hacerle frente a los llamados así mortifagos y con la ayuda de los aurores presentar defensa para que el lado oscuro no llegue a tomar control del mundo magico, muchos perdieron a sus seres mas queridos, pero eso les hizo mas fuertes, pues no iban a dejar que nadie hubiera muerto en vano

Año 1994

El mago oscuro más temido de todos los tiempos había vuelto. Sí, Harry Potter lo vio regresar aquella noche en el cementerio pero el mundo de la magia le dio la espalda. Todos lo tacharon de mentiroso, o casi todos. El miedo aterrorizó a cada criatura mágica negándose a querer ver lo evidente, nadie quería admitir lo obvio. Mejor vivir en una bonita mentira que despertar un día y encontrar que la peor pesadilla de cualquier mago, bruja o niño había regresado después de catorce años. Todo comenzó a repetirse, las desapariciones, los asesinatos y las amenazas.Todo estaba bien tapado bajo la manta de la estupidez. El ministerio no admitía nada, el Profeta lo escondía todo, los Mortífagos actuaban bajo la protección de la oscuridad y la Orden del Fénix se vio obligada a lo mismo.

En Hogwarts fue un año difícil el Ejército de Dumbledore una asociación de alumnos de Hogwarts que creían en Harry Potter y en Dumbledore. Alumnos valientes dispuestos a enfrentarse a todo lo que había fuera de los muros de Hogwarts y que, quizás, pronto también estuviera dentro. Aunque fue un año difícil al final la verdad siempre se acaba sabiendo, y la verdad impactó de lleno en las mismísimas narices de Primer Ministro Cornelius Fudge. Una batalla se desató en el mismo Ministerio ¿el objetivo? Una pequeña bola de cristal, una profecía que tan solo logró oír Harry antes de que Draco en un alarde de torpeza la hiciera mil añicos. No solo los seguidores pelearon, sino Lord Voldemort y Dumbledore en persona también tuvieron un encarnizado intercambio de hechizos que terminó con la huída del primero después de ser visto por el Primer Ministro y parte del departamento al completo de Aurores. El profeta amaneció con un nuevo titular: “El que no debe ser nombrado ha vuelto”. El mundo mágico ya podía empezar a temblar pues una nueva guerra se había desatado.